El trabajo, la agenda social, los amigos, la familia propia, etc, todos estos ítems componen una larga lista de reales argumentos para explicarnos y explicar por qué muchas veces no tenemos tiempo para dedicar a nuestros padres.
Por supuesto, todas estas cuestiones son valederas y relevantes para la vida de cada persona, sin embargo, muchas veces no nos permiten dar espacio a encuentros esenciales con quienes nos dieron la vida.
Una investigación llevada a cabo por la Universidad de San Francisco, da muestras de la importancia de mantenernos próximos a ese primer amor que nos vio nacer: nuestra madre, -en el sentido amplio del término, esto es quién nos cuidó y protegió en nuestros primeros años de vida-.
Este estudio autoría de Carla M. Perissinotto, MD, MHS; Irena Stijacic Cenzer, MA; Kenneth E. Covinsky, MD, MPH concluye que la soledad, es decir no gozar de la compañía mutua, es un factor importante en la disminución de la calidad de vida en los adultos mayores, incluido el riesgo de depresión, deterioro cognitivo y problemas de salud como la enfermedad de las arterias coronarias, e incluso puede conducir a una muerte más temprana.
Según se desprende de este mismo sondeo cada minuto cuenta y cuanto más tiempo pasamos juntos, más se alarga la expectativa de vida y se alejan los sentimientos de tristeza y otras emociones negativas que incluso pueden llevar a la enfermedad.
Por su parte, en la misma línea, otro estudio publicado en la revista PLoS Medicine encontró que los vínculos sociales pueden ser tan importantes para prolongar la vida como para mejorar la calidad de vida.
“Nuestras relaciones sociales son importantes no sólo para nuestra calidad de vida, sino también para nuestra longevidad», expresó la autora del estudio “What to Know About Emotional Health“ Julianne Holt-Lunstad, profesora asociada de psicología en la Universidad Brigham Young . “A lo largo de la historia de la humanidad, hemos dependido de otros para sobrevivir, como protección y alimento, y a pesar de los avances modernos que pueden ayudar con ciertos aspectos de la supervivencia para que podamos vivir de manera más independiente, parece que nuestras relaciones aún impactan las probabilidades de supervivencia».
Necesitamos brindar más tiempo a las relaciones con los adultos mayores de nuestra familia y esto no debería verse como una obligación sino como una retribución del cariño, en el marco de un vínculo de aprendizaje y amor mutuo.
¿Cómo hacerlo? No hay una receta para compartir con nuestros mayores, sin embargo, hay algunas ideas para encontrar las mejores para cada grupo familiar. En primer lugar es fundamental tener en cuenta los gustos y preferencias de tu madre o familiar mayor y a partir de ello pensar cuáles de ellos son los que tienen en común.
Por ello, desde Home Concierge, sugerimos algunas preguntas y propuestas para compartir con quienes nos dieron la vida y nuestros seres queridos mayores, en general.
- ¿Les gusta el deporte? si es así y les es posible practicarlo, salir a caminar, andar en bici o compartir juntos un deporte puede ser una buena estrategia. Si por cuestiones físicas u otras no fuera posible, tal vez ver juntos un partido ya sea por tv o en el club puede resultar un buen camino.
- ¿Amantes del arte? si lo que comparten es el amor por el arte, hay muchas opciones. Desde visitar una muestra juntos o bien cantar, leer, cocinar, pintar en casa, organizar un día de cine o tomar una clase siempre son alternativas posibles.
- ¿Disfrutan del aire libre? también aquí hay diversas propuestas. Hacer jardinería, visitar viveros, ir a un parque, a la plaza, escaparse a un día de campo, hacer un picnic, etc.
- ¿Con espíritu lúdico? los juegos de mesa son siempre grandes aliados. Jugar cartas, la Oca, el Parchís, el Trivial, el Monopoly, el Dominó, etc. Por más simples que parezcan todos ellos aportan al divertimento y al desarrollo cognitivo.
- ¿Curiosos? para los que no tienen un pensamiento fijo o son amantes de las nuevas aventuras, buscar un nuevo hobbie puede ser una buena manera de estar motivados. Desde mirar documentales de astronomía o tomar una clase así como filosofía o tejer crochet o ir de compras, toda actividad es posible si se disfruta y comparte.
Sin dudas, el contacto con nuestra “madre” nos proporciona apoyo, sustento, y sienta las bases para nuestra estabilidad emocional. Al mismo tiempo, nuestras madres, al recibir atención y cariño tienen una vida más plena y extensa.
Por eso hay que pasar mucho tiempo con mamá, tu papá y abuelos así como otras personas mayores de la familia. La ciencia lo afirma: pasar mucho tiempo con ellos les alarga la vida y nos fortalece emocionalmente.
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