Desde hace un tiempo circula en los medios y redes sociales un nuevo concepto desarrollado por el Dr. Manuel Posso Zumárraga – especialista en políticas públicas y de seguridad social con más de 20 años de experiencia en Ecuador: la sexalesencia.
Con este término el especialista define a los individuos que cruzaron el umbral de los 60 años, pero que lejos de retirarse o disminuir su actividad redescubren la vida con una energía que se asemeja a la de cualquier joven.
Apartados de la idea de sesentones o sexagenarios, al igual que la adolescencia revolucionó nuestra comprensión de los años de transición juveniles en el siglo XX, la sexalescencia está redefiniendo lo que significa ser un adulto mayor en el siglo XXI.
Este ¨nuevo¨grupo, usa redes sociales, tecnología, practica deportes, apps de bienestar, viaja y vive experiencias gratificantes. Asimismo, es un segmento que no teme a la autenticidad, se cuida pero muestra sus arrugas, canas y cuerpos ya que no se definen por su edad sino por su espíritu, personalidad e identidad.
Puede que estén activos en el mundo laboral o ya estén retirados pero sea cual sea su posición profesional disfrutan de la vida.
Esta generación sexalescente aporta sabiduría, experiencia y templanza y por ello, resulta de gran valor para la sociedad. La curiosidad, el interés, las ilusiones, la sexualidad y los sentimientos son parte también del pulso vital de este grupo. También suelen ser independientes y autosuficientes a nivel financiero.
La sexalescencia no es sólo una etapa más en la vida, es una corriente que parte de una convicción que nos convoca a todos, jóvenes y adultos, para resignificar la connotación de envejecer. Quienes viven la sexalescencia no se despiden de su vida, sino que por el contrario la regeneran, le dan la bienvenida a la libertad, redescubren sus pasiones y sueños y así, se regocijan en la mejor etapa de su existencia.
¨En Home Concierge, nos sentimos parte y promotores de ese fenómeno cultural. Creemos que se puede (y se debe) gozar de la vida a cualquier edad, con madurez y sin miedos ni prejuicios. Por ello, queremos ser aliados de las personas para que puedan cumplir sus pasiones y sueños sin condicionamientos. La vitalidad no tiene fecha de caducidad¨, concluyeron Diego Naveiro y Alejandro Amestoy -fundadores de Home Concierge-.
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