Los nuevos paradigmas y cambios de hábitos sumados al aumento de la esperanza de vida, abrieron nuevas perspectivas para la generación de los baby boomers.
Los grandes temas como el enamoramiento y el amor también tienen lugar para los más sesenta. Como dice Georgina Paladino -la periodista y creadora del espacio Palabras Mayores- “viejos son los paradigmas, no las personas”, a lo que podríamos sumar “los sentimientos no envejecen”.
Según datos de la última Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de los Adultos Mayores, (Encaviam) 6 de cada 10 personas mayores de 60 años cree que es posible volver a enamorarse. El 72% de los varones mantienen las expectativas intactas y las mujeres le siguen de cerca con un 68,5 por ciento. Sin embargo a partir de los 75 años el romanticismo empieza a ceder terreno sobre todo en las mujeres ya que sólo el 37,9% cree que es posible volver a enamorarse.
Los números ilustran y dan cuenta de una generación que mantiene vigentes sus deseos y expectativas y que se posiciona a la par de los más jóvenes también en otras tendencias de consumo. En líneas generales, podríamos considerarla como la “tercera juventud”, un sector con una calidad de vida cada vez mejor y capacidad económica, a las personas mayores les gusta viajar, invertir en bienestar y además, durante la pandemia incrementaron las compras online y el uso de tecnología. Son personas activas, hacen ejercicio físico y priorizan los vínculos y sus relaciones.
Así aparecen propuestas e iniciativas que atienden a estas nuevas demandas. “A cualquier edad se puede aprender a bailar, viajar, escribir una novela, ir a un concierto y enamorarse”, señala Diego Naveiro fundador de Home Concierge-la primera plataforma de servicios personalizados de Argentina que a través de sus concierges resuelven trámites, acompañan en salidas, proponen iniciativas de wellness, etc- junto a Alejandro Amestoy. y completa “justamente con Home Concierge queremos convertirnos en los aliados para que las personas mayores puedan cumplir sus sueños y ambiciones personales”.
“En el grupo senior la juventud puede ser un estadio de ánimo. Los mayores tienen una agenda que no coincide con la edad cronológica”, precisó Mariela Mociulsky CEO de Trendsity y Presidenta de SAIMO.
Ahora bien, ¿cuán buena es la compañía y el amor para las personas mayores?
Las investigaciones sobre el amor y la pareja datan de la antigüedad y en todos los casos y en el transcurso de la historia, los especialistas coinciden en que “compartir la vida con alguien es mejor que estar solos”. En esta línea, un estudio de la Organización Mundial de la Salud y de la Universidad de Harvard asegura que compartir una vida con alguien –incluso con alguna pelea o tal vez precisamente por ello– es el mejor antídoto contra la depresión.
Los beneficios del amor y/o los vínculos cercanos para todas personas pero en especial para las generaciones mayores brindan: compañía, ilusión por la vida, vitalidad, vida social y capacidades tales como preservar y ejercitar la memoria
El rol de compañía es prioritario y se ubica en el primer lugar para este segmento poblacional y en este marco, el concierge puede ser una figura que cumpla este rol tan relevante. “El concierge tiene un espíritu especial, de vocación de servicio, afinidad y nivel cultural y la idea es que sea el mismo concierge durante años, que conozca las preferencias y gustos de cada cliente para que se genere una relación más que una prestación formal de servicios”.
“El fin último es poder incentivar y alentar a la gente mayor, para que siga teniendo una calidad de vida, que siga creando y disfrutando sus vínculos. Ahí, el concierge es la persona que tiene ese condimento, con las aptitudes necesarias para incentivarlos”, concluye Naveiro.
Así, el amor y la compañía son fundamentales para esta tercera juventud que desea y sueña como los más jóvenes.